En Hawai, hay una descripción famosa sobre las personas que tiran de otros y no muestran la aprecio por las personas en sus vidas. Se llaman “el cubo de cangrejos.” Esta descripción proviene de la caza del cangrejo. Cuando un cazador sale a buscar cangrejos, trae un cubo para sostener los cangrejos. Este cubo no tiene que ser muy grande porque cuando hay dos cangrejos en el cubo harán todo lo posible para mantenerse en el cubo. Ellos están a centímetros de la libertad pero prefieren mantenerse en el cubo con el otro cangrejo en vez de mirar a su compañero subir a un lugar seguro, dejándolo atrás. Es interesante que aquellos en la miseria quieren compañía. Me di cuenta de que son “cubos de cangrejos” en la vida. ¿Por qué la gente no puede ser feliz por nosotros? ¿Por qué la gente no puede apreciar lo que hacemos? Aún más importante, ¿por qué no podemos hacer lo mismo por los demás? Este nuevo año, es mi resolución ayudar a liberar a otros. Si fallo una prueba, puedo estar emocionada por la persona que sobresale. Si estoy cansada, todavía puedo mostrar amor y aprecio por otros. Sé que esta resolución me ayudará a estar más cerca de Cristo. Espero que sus resoluciones lo ayuden a hacer lo mismo este año.
Recientemente, me han pedido que haga mucho por otras personas. Estoy dispuesto servir personas siempre y disfruto la felicidad que siento después de servir a los demás. Pero, el servicio que estaba haciendo se convirtió en un “fuego salvaje”. De repente, muchas personas empezaron observar que yo haría cualquier cosa por cualquier persona. Estaba recibiendo mensajes de texto y llamadas telefónicas de personas diciéndome que tenía que ayudarlos con sus tareas diarias. Manejé personas a todas partes, estaba limpiando las casas de otras personas, estaba cuidando los niños de otros y la lista continuó. Un día, me di cuenta de que ya no era feliz. Hable con uno de mis amigos sobre el servicio y cómo Cristo nos pidió que serviéramos a otros. Pero ¿dónde está el límite? Me estaba agotando para las personas que no apreciaban lo que estaba haciendo por ellos. Mi amigo sabiamente me dijo que el servicio es la clave de una vida feliz. Pero si servimos a alguien que no aprecia nuestro servicio, no los estamos ayudando y definitivamente no nos estamos ayudando a nosotros mismos. Para mí, se trata de apreciación.